Por su historia, desde los samuráis (y las onna-musha) hasta la era moderna, por cómo se levantaron tras la segunda guerra mundial, y en unos años pasaron de ser un país destrozado a estar a la vanguardia de la tecnología

Por su arte y sus artistas, las clásicas pinturas ukiyo-e, los haikus y la cerámica tradicional, pero también por sus innovadores contemporáneos, Yayoi Kusama y Riken Yamamoto, cuyas obras siempre consiguen sorprendernos

Por sus paisajes, las rústicas aldeas en Shirakawagō, los santuarios sintoístas en Kioto, el sagrado monte Fuji y las abarrotadas calles de Tokio, en Japón encuentras paz y tranquilidad, o todo el estrés del mundo

Por el anime y el manga, Dragon Ball y Naruto, One Piece y Detective Conan, pero también por Doraemon y Campeones, todos ellos han dejado su huella en la cultura de todo el mundo, haciéndonos creer que podíamos ser un super saiyan

Por lo diferente que es su cultura, su locura por los robots o por los retretes tecnológicos, la comida... su amor por el karaoke y por las miniaturas, pero también por su buena educación y el respeto por los demás

Por su filosofía de vida, y todos los conceptos que nos han enseñado, tratamos de encontrar nuestro ikigai para tener una vida plena, y apreciamos la belleza en lo imperfecto a través del wabi-sabi